domingo, 12 de octubre de 2014

SINDROME DE ESTOCOLMO: UN ENEMIGO MUY AMIGO

Para todos los lectores de nuestros blogs, les recomiendo revisar la reciente entrada "Sindrome de Estocolmo: un enemigo muy amigo", en la cual el estudiante Sebastian comenta en su blog PSYCHE (http://psychedashboard.blogspot.com/) sobre el llamado "Síndrome de Estocolmo". 

Sebastian hace una descripción histórica de la forma como se llegó a la denominación del respectivo síndrome. Lo que parece ocurrir en situaciones de este nivel de trauma psicológico, es que se establece un vínculo emocional víctima-victimario y a veces a la inversa victimario-víctima (Síndrome de Lima) que en cierta manera representa la empatía, y en ocasiones la simpatía,con los valores o con la situación de su contrario.

Tanto los agresores como la víctimas, son seres humanos que llegan al vínculo por razones aparentemente distantes, pero que en el complejo proceso comparten circunstancias de tiempo-lugar y "contextos psicológicos" que llevan a la movilización de mecanismos defensivos. 

De acuerdo con la teoría psicodinámica, cuando la víctima empatiza con el victimario, se ha descrito el mecanismo de identificación con el agresor, como una forma de protegerse emocionalmente de la humillación al asumir un rol con base en los valores del victimario y por tanto dejar de percibirlo como agresor.  

En el caso contrario cuando el victimario empatiza con su víctima podría interpretarse como un mecanismo defensivo en el cual al identificarse con la víctima, dejaría de percibirse a si mismo como un agresor, cuando su conducta y la situación le esta causando un conflicto emocional que no puede aceptar.

Con base en la Teoría Cognitiva se podría plantear que las creencias y emociones del agresor-victimario y las de su víctima interaccionan en un proceso traumatizante bajo intenso estrés, dando lugar a los fenómenos descritos como Síndrome de Estocolmo y de Lima respectivamente. En ambos casos al empatizar con su contrario, la mente está buscando llegar a un estado de "mayor equilibrio emocional", asumiendo nuevas creencias-comportamientos, aunque eso implique ir en contra de su estructura de creencias y cultura previa. 

Es posible que existan otras explicaciones que contribuyan a aclarar los mecanismos de estos complejos síndromes. Animamos a nuestros lectores a hacer sus comentarios. 




2 comentarios:

  1. Un tema muy interesante que es catalogado como raro, aunque en eso estoy un poco en desacuerdo ya que hay gran cantidad de historias (por lo menos en nuestro país) en las que victima y victimario crean una relación de empatía; a veces solo basta prender el televisor en un canal de noticias para oír que la secuestrada tuvo un hijo con el secuestrador.

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  2. Se podría poner en duda la frecuencia de estos síndromes, considerados "extraños". Pues como se describe puede tomarse como el reflejo de un mecanismo de defensa utilizado tanto por el victimario como la victima, y es de público conocimiento sobre casos en los que esto sucede. Considero que tal vez hay poco registro sobre ello, pero puede llegar a ser mas común de lo que imaginamos.
    Por otra parte es impactante conocer como el ser humano en el intento de buscar aceptación de sus actos o protegerse emocionalmente, puede llegar a tener una relación con su agresor o victima.

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